La Mansión del Fundador

La mansión del fundador fue construida en el siglo XVI como hacienda del fundador de Arequipa, el teniente gobernador Garcí Manuel de Carbajal. La arquitectura de la casona posee características barrocas con espacios como jardines, portales, salones y más. El interior de la mansión posee reliquias traídas de Europa como mueblería, paños de terciopelo, esculturas, lienzos y más.

Luego de muchos siglos y varios dueños, la casona fue restaurada en 1981 para abrir sus puertas al público. Sus recintos más famosos son la zona de capilla, el salón de la armadura, el comedor principal y el patio principal. En cada espacio existen reliquias que provienen de la época colonial. Hoy, es uno de los museos más importantes de la ciudad de Arequipa.

Historia

La mansión del fundador de Arequipa fue construida en el siglo XVI, poco después de la fundación de la ciudad (1540) para ser residencia del teniente gobernador de la ciudad, don Garcí Manuel de Carbajal. Su hijo ocupó la hacienda hasta su muerte. Luego, el lugar fue ocupado por la orden de los Jesuitas durante casi 200 años. Luego, debido a los constantes terremotos, la mansión fue destruyéndose lentamente hasta quedar completamente abandonada en 1960.

En 1978, un grupo de personajes importantes de la ciudad de Arequipa adquirió la mansión con el fin de restaurarla y mostrar una imagen parecida a la original casona colonial. Para su reconstrucción se usó el sillar, una piedra volcánica muy usada para la construcción de casonas coloniales. Hoy, la mansión se convirtió en un museo por cuyos pasillos se aprecia la historia de sus habitantes. Existe una capilla que muestra el paso por los jesuitas. También destaca el comedor y habitación donde se alojó la familia de Garcí Manuel de Carbajal. Se trata de uno de los atractivos turísticos más famosos de la ciudad de Arequipa.

Arquitectura

La mansión del fundador posee una arquitectura arequipeña característica del siglo XVI. Gran parte de sus muros y estructuras están hechas con el sillar. Destaca los techos abovedados de estilo barroco. Sus espacios reflejan las características de sus huéspedes durante más de 4 siglos de historia: una capilla un comedor de estilo colonial, un patio con jardín y más.